El facsímil data de una larga tradición. Ya, en el imperio romano se hacían copias de manuscritos y documentos originales.
Se trata de realizar la replica exacta del documento a reproducir, bien sea con medios mecánicos o artesanales, pudiendo utilizar soportes iguales al original o soportes de cualquier tipo de papel.
En la actualidad se producen facsímiles de códices, mapas y antiguos documentos cuyos originales fueron elaborados en la antigüedad sobre el soporte mas extraordinario que utilizo el ser humano, el pergamino natural.
Con la invención de la imprenta en el siglo XV estos documentos y códices en pergamino fueron sustituidos por impresiones en papel. Hoy hay editoriales que hacen grandes cantidades de facsímiles utilizando distintos tipos de papel, que es el soporte que requieren las avanzadas tecnologías que se utilizan, con lo que se obtiene un optimo resultado visual.
Lógicamente, en cualquier tipo de papel es imposible imitar las propiedades del pergamino natural, tales como la durabilidad, tacto, olor, textura, así como la unifomidad y la propia belleza natural.
En Scriptorium hemos impreso facsímiles utilizando como soporte todo tipo de papel. Edición tras edición surgía la pregunta por parte de amigos y clientes amantes de los antiguos manuscritos: si hace mil o dos mil años se hacían en pergamino por qué hoy no.
Hace diez años, con la ayuda de estos amigos y clientes más el apoyo de las instituciones conservadoras de los viejos códices, emprendimos la apasionante aventura de recuperar la antigua tradición de elaborar facsímiles totalmente artesanales utilizando como soporte único el pergamino natural, que nos permite realizar auténticas copias de manuscritos originales. Todas nuestras obras facsímiles son elaboradas una a una, pliego a pliego, tal y como se hacían en la antigüedad, transmitíendo toda la belleza y autenticidad de un manuscrito medieval.